Paulinas con el Educador y el Catequista

Serás un triunfador...

Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar.
Cuando confíes en ti mismo, aunque todos duden de ti, y dejes de preocuparte por el que dirán.
Cuando tus acciones sean tan breves en el tiempo, como duraderas en resultados.
Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolimos de tu vida.
Cuando sepas distinguir una sonrisa de una bula, y prefieras la lucha permanente que la compra de la falsa victoria.
Cuando actúes por convicción y no por adulación.
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre, y junto al rico sin pensar que es un dios.
Cuando sepas enfrentar tus errores tan facil y positivamente como tus acciertos.
Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.
Cuando ya no no debas sufrir por conocer la delicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas por el placer.
Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia.
Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en Dios y en tu propia persona.
Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma, entonces y sólo entonces serás... ¡un triunfador!

(Anónimo)

Vitaminas para revitalizar tu vida.
Humberto C. Agudelo